¡Cuidado con estos 9 «ocultos» signos que indican que alguien te está mintiendo, según expertos en psicología!

¡Cuidado con estos 9 «ocultos» signos que indican que alguien te está mintiendo | Cuando decir la verdad resulta incómodo, muchas personas recurren a la comunicación menos honesta. Desvían conversaciones lejos de ciertos temas, ocultan detalles clave o, a veces, simplemente mienten descaradamente.

Como psicólogos y profesores de psicología, decidimos investigar los hábitos de mentirosos hábiles.

Mientras escribíamos nuestro libro «Grandes Mentirosos: Lo que la Ciencia Psicológica nos Dice Sobre Mentir y Cómo Puedes Evitar que te Engañen», destacamos algunas de las características y rasgos más comunes de los mentirosos especialmente exitosos.

Principales señales de que alguien está mintiendo:

1. Son manipuladores naturales.

Los buenos mentirosos no se ponen nerviosos al manipular a los demás; más bien, son confiados, dominantes y relajados mientras explotan a otros.

2. Son grandes actores.

Mentir, al igual que otras formas de gestión de la impresión, es un juego de proyectar una versión específica de uno mismo en el mundo. Los buenos mentirosos se suben al escenario y representan el papel de una persona honesta.

3. Son expertos en fingir emociones.

Ya sea expresando felicidad, sorpresa, tristeza o desprecio, los buenos mentirosos pueden fruncir el ceño, levantar las cejas o mostrar los dientes de maneras convincentes que ocultan sus verdaderas emociones.

Los investigadores han encontrado que las personas expresivas son vistas como simpáticas y honestas.

4. Están preparados para mentir.

Se ensayan y se planifican. Una narrativa bien preparada y organizada hace que una mentira parezca natural y libre de contradicciones.

5. Dicen lo mínimo necesario.

Cuanto más habla una persona, más detalles puede ofrecer que podrían socavar la mentira. Los mentirosos efectivos dicen lo suficiente para ser creídos, pero no más.

6. Son creativos.

Cuando los interrogan, nunca saben qué pregunta vendrá a continuación, por lo que la capacidad de crear una versión realista pero falsa de la realidad es imperativa.

Aquellos dotados con la facultad de inventar nuevas ideas son los más exitosos.

7. Piensan rápido.

Las personas que tardan demasiado en responder o usan rellenos de tiempo, como «um» y «uh», no suenan creíbles.

8. Tienen buena memoria.

Cuando se pide a personas honestas que cuenten una historia en dos ocasiones distintas, reconstruyen un recuerdo de lo que ocurrió. Sin embargo, la memoria es imperfecta y moldeable, por lo que su relato a menudo cambia de una ocasión a otra.

Para evitar sonar deshonestos, los buenos mentirosos evitan esta estrategia de reconstrucción en el momento de contar. En su lugar, se centran en repetir la historia de la manera más precisa posible cada vez.

Su objetivo es que no haya variaciones entre las repeticiones. La falta de variación significa que los oyentes no tienen discrepancias en qué enfocarse.

9. Son buenos oyentes.

Sienten el pulso de su audiencia, reconocen cuándo los oyentes desean más información, cuándo están satisfechos, cuándo comienzan a sospechar y cuándo es seguro cambiar de tema.

Han aprendido a usar el engaño con éxito para lograr sus objetivos. Si sus mentiras fracasaran consistentemente, probablemente abandonarían la deshonestidad y probarían algo más.

Cómo evitar que te mientan:

Una de las formas más fáciles de evitar ser engañado es verificar las afirmaciones. Las mentiras descaradas a menudo entran en conflicto con los hechos. Comprobar los hechos deja a los mentirosos con menos espacio para esconderse. Cuando no tenemos evidencia de una afirmación, estamos menos seguros de su veracidad.

En situaciones de alto riesgo, como transacciones bancarias y compras de automóviles, las personas exigen pruebas de las afirmaciones para evitar ser estafadas por grandes mentirosos.

Trata de prestar atención a las afirmaciones específicas que se están haciendo en lugar de la forma pulida en que se expresan.

Las mentiras suelen derrumbarse cuando comenzamos a escarbar y hacer más preguntas sobre las partes que no encajan. Si una parte de una historia suena un poco extraña, comienza a escrutar la afirmación.

Las mentiras a menudo se desmoronan tan pronto como comenzamos a rascar la superficie.

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